Como punto de partida, me referiré a la definición sociológica de la ciudadanía:
"La ciudadanía es un status otorgado a aquellos que son miembros de una comunidad de manera absoluta, todos los que gozan de ese status son iguales con respecto a los derechos y deberes que dicho status confiere".
Esta definición contiene todos los elementos esenciales para la comprensión de la dinámica que vincula a los individuos con el cuerpo social en la modernidad. La ciudadanía brinda a los "miembros absolutos de una comunidad" un "status" que confiere "derechos y deberes". Es decir, la ciudadanía es, a la vez, pertenencia y participación. La ciudadanía es otorgada en virtud de la pertenencia a una comunidad, pero también implica una participación, pues enmarca el ejercicio de los deberes cívicos. En suma, la ciudadanía define las condiciones de ejercicio de la democracia.
Desde cierta perspectiva, cuando se utiliza el concepto de reconocimiento oponiéndolo al de ciudadanía, se agrega algo a la idea de pertenencia.
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